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Bellezas Naturales - Salmos 142:4-5


"Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien me quiera conocer; No tengo refugio, ni hay quien cuide de mi vida. Clamé a ti, oh Jehová; Dije: Tú eres mi esperanza, Y mi porción en la tierra de los vivientes."


Salmos 142:4-5


BREVE COMENTARIO: El espíritu de David en la cueva de Adulam se debatía entre la soledad y el desamparo en cuanto a sus relaciones humanas. Sin embargo, mientras clamaba, llegó a comprender que en realidad Dios era su única esperanza. Las ciudades de refugio eran en tiempos antiguos para la protección de un israelita en circunstancias especiales; pero David encontró su refugio no en un lugar ni en una circunstancia particular sino en Dios mismo. ¿Hemos estado en situaciones similares? Este ejercicio es doloroso pero útil para evaluar los depósitos de nuestra confianza. ¿Dónde radica nuestra seguridad y esperanza? ¿En brazo humano, débil e inestable o en el brazo fuerte y poderoso del Señor?


Saludos cordiales 🙋🏻‍♂️

Hno. Oscar Ochoa.


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